En este puente del día de Andalucía, hemos disfrutado de un fin de semana estupendo los tres hermanos con sus respectivas familias, en el Albergue Juvenil de Cortes de la Frontera, Málaga. Se trata de un espacio natural en el Parque de los Alcornocales, dotado de cabañas de piedra y albergues de habitaciones. Consta de piscina, campo de fútbol y baloncesto, comedor, sala de tv. y toda la naturaleza que se puede encontrar en un parque natural rodeado de alcornoques.
La familia completa |
Mi mujer y mis hijos se fueron un día antes, el viernes, para que Dani pudiera apuntarse a las actividades que habían programado con motivo del puente. Nos tocó la cabaña nº 20, la 21 a Cristóbal y a Agustín la 22. Las cabañas estaban equipadas con todo lo necesario, cocina y baño. Están recubiertas de piedra por dentro y por fuera, con un techo de vigas de madera. Las camas están dispuestas 2 abajo y 2 en una entreplanta de madera a la que se accede por una escalera, lo cual les llamó mucho la atención a los niños. Les eché en falta una tv. y una chimenea, cosa imprescindible en una zona de sierra, pues la verdad, hace bastante frío.
Daniel "Calleja" |
Daniel participó el sábado en las actividades de "rapel" y "escalada". !! La ilusión de su vida!!. Emocionado me contó como se había deslizado por la cuerda y había escalado por la pared de piedra. Luego realizó un pequeño sendero junto a otros niños.
El resto del grupo salimos de Arcos el sábado a la una y media, almorzamos en un bar de El Bosque y sobre las cuatro llegamos al albergue. Después de los trámites de rigor en recepción. bajamos las maletas sobre las respectivas cabañas y acomodarnos cada uno. Breve paseo para conocer las instalaciones, pataditas al balón en el campo de fútbol, y charla/café en uno de los merenderos.
Sobre las ocho nos fuimos al comedor para cenar. El comedor es al estilo de los de la junta de Andalucía. Como dice Cristóbal, comedor "nazi". Estaba muy limpio y era bastante grande, demasiado, pues comíamos nosotros y alguna pareja más. La comida era sota, caballo y rey, pero muy bien cocinada y muy buena. Había poco donde elegir, pero podías repetir todas las veces que quisieras y como he dicho antes, muy rica. Un detalle es que el comedor tenía dos preciosas chimeneas, pero no las encendían, e insisto, durante los días que hemos estado ha hecho un buen fresquete. Después de cenar , a la sala de tv. a ver los dibujitos con los niños. Nosotros nos retiramos pronto a dormir, y los demás se quedaron a ver el partido de fútbol.
El domingo a las nueve y media en el comedor "nazi", a desayunar. En el desayuno si había bastante gente, porque todos lo tenían incluido en el alojamiento. Rebanadas de pan, sus aliños de mantequilla y mermelada, zumos y café todo el que quieras.
Los montañeros |
Por la mañana, salimos a dar una vuelta por un sendero que sale justo del albergue. Primero pasa por una zona donde hay una pequeña capilla, muchos merenderos con barbacoa. Averiguamos que es el lugar donde celebran la romería de el pueblo, pues tenia una zona donde había una barra de bar con su sombra y muchos puntos de luz. Continuamos el sendero, rodeados de alcornoques y pinares, varias zonas de colmenas de abejas. En el camino cruzamos con varias filas de gusanos que atravesaban el carril. Se trata de la procesionaria de los pinos. Continuamos un trozo más, y al llegar a la parte más alta, nos volvimos por el mismo camino. Cuando llegamos, fuimos a almorzar al comedor.
Capilla Virgen del Rosario |
Después del almuerzo, fuimos a las cabañas a tomarnos un café. Las niñas organizaros por su cuenta "La fiesta del pijama", que ya llevaban mucho tiempo queriéndola hacer y en la que dicen se lo pasaron estupendamente. Daniel y Ruben se fueron a jugar al balón con otros chicos. Los mayores estuvimos de tertulia y critiqueo. Por la noche cena, un poco de tv. y a dormir tempranito.
El lunes como siempre, a las 9,30 a desayunar. Después nos montamos en los coches y nos plantamos en el pueblo de Cortes. Aparcamos en la entrada y los niños estuvieron jugando en un parque. Luego paseito por la calle central. La puerta de la plaza de toros estaba abierta, así que nos colamos y la visitamos. Nos hicimos la fotito familiar de rigor. Continuamos y había una fiesta por el día de andalucía, unos niños que cada uno cantaba un trozo de copla, acompañados por la banda de música. Al volver por la misma calle, nos paramos en un bar y nos tomamos un cañita.
En el parque de Cortes |
Volvimos al albergue justo para almorzar. Ya estábamos completamente solos, pues todos los alojados se habían marchado. Después del almuerzo, recogemos todas las maletas y nos despedimos en recepción. En el camino de vuelta, paramos a merendar en la calle peatonal de Ubrique. Es increíble la cantidad de gente que había comprando dulces en las confiterias del pueblo. Palito de nata con su café de lujo. Paseito por la calle y vuelta definitiva a casa.
1 comentario:
Tiene buena pinta ese Daniel Calleja
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