lunes, 11 de abril de 2011

Ruta: VIA VERDE DE LA SIERRA

Equipo completo
                                                                
La Indurain
El pasado sábado 9, fuimos de ruta a la Vía verde de la Sierra. Nos acompañaron la prima de mi mujer y sus familia. En total fuimos 8, Jose Mª y Mila, con sus hijos Laura Y Pablo, mi parienta y yo con mis hijos Dani  y Lucía. Salimos con la carga de las bicis a las 9,30 de el Santiscal y nos paramos a desayunar en un bar junto a la entrada de Algodonales. Una vez repuestas las fuerzas llegamos hasta Olvera donde alquilamos un carrito de los que se acoplan a la bici, con la intención de llevar la comida y la ropa, y por si acaso algún chico no pudiera llegar. Al final el carro solo sirvió para el transporte de los enseres.

El "Delgado"

                                                   
A las 11 comenzamos la aventura, y salimos de la estación de Olvera. El día estuvo muy bueno, con un sol radiante, que provocó algún moreno en los brazos "tipo albañil", con una temperatura muy agradable y con un poco de viento suroeste a partir de media mañana, que ayudó para que no fuese un calor sofocante. A los ocho km. nos paramos como otras veces en la ruinosa estación de Navalagruya, donde tomamos unas fotos y la barrita energetica de rigor. Hay que hacer una mención especial al benjamín del grupo, Pablo, que hizo un recorrido como un campeón, pues se cargó los 23 km. sin problema, teniendo en cuenta que tiene 5 años y que lleva un bici apropiada a su edad sin cambio ni ningún otro accesorio que le haga más llevadero el camino. Un !!ole!!  por el.


Record: cambio rueda, 10,5 segundos



Una vez abituallados, reemprendimos la ruta, pero sobre el km. 10, la primera sorpresa, a Dani se le estropea la cubierta trasera (provocado seguramente por un racheón bien grande) y se le pincha la cámara de su bici. En seguida montamos nuestro taller de campaña y nos pusimos a lo obra. Le cambiamos la cámara y para reforzar la rotura de la cubierta, el "maccguiver" de Jose Mª. le mete el cartón de una caja de barritas energéticas algo doblado. Lo montamos e inflamos y rezamos para que aguantara hasta el final del camino.

!! Animo Pablo !!



Continuamos la ruta y de allí hasta el viaducto de Zamafragón. Unas vistas preciosas de el peñón de Zamafragón y de toda la zona que hay por debajo de el puente. En esos lugares es donde uno se para a pensar como se podrían hacer obras como esa en aquellos tiempos, donde todo era practicamente a pico y pala. Cuantas peonadas y cuantos trabajadores tendrían que intervenir. Lo mismo para hacer tantos túneles como hay en la Vía Verde, con todo el trabajo que tenían para hacerlos, y al final la obra ni siquiera se inauguró, pues el tren nunca llego a pasar. Bueno, al menos la obra ha servido para poder disfrutar de esta Vía Verde, que dicen que es una de las más bonitas y bien equipadas de España.

Vista peñon Zamafragón

En el siguiente tramo, el campeón de Pablo tuvo un pequeño percance al cruzar un paso que hay para que no pueda cruzar el ganado. Se cayó, pero como es un campeón nato, nada, un par de lágrimas y a continuar.
Cuando llegamos a la estación de Zamafragón, nos paramos en un merendero para reponer, con un par de bocatas, lo solucionamos y los chicos estuvieron en el mirador de los buitres. Cualquier cosa en vez de descansar.  Depués de un ratito, emprendimos el último tramo. Continuamos pasando por los túneles que hay en la vía hasta llegar a la estación de Coripe, donde estaba nuestra meta. En principio almorzamos nuestros bocatas en los merenderos que hay allí, donde el viento se puso un poco más fuerte. Cuando comimos, un helado para los chicos y llegamos hasta el chaparro de la Vega, que está un km. mas adelante. Es un zona recreativa, con merenderos y columpios. Allí se encuentra "el chaparro de la vega", declarado monumento natural por su antiguedad y tamaño. Según un cartel explicativo, es tan grande que ha batido un record guinnes, pues debajo de su sombra cabe el pueblo entero de Coripe, unos 2000 habitantes.

Allí termino la ruta para las mujeres y los chicos, pues ellos se quedaron allí mientras nosotros fuimos por le coche. Hasta aquí la ruta había sido de 23 km. y dos horas pedaleando. De nuevo tengo que resaltar el extraordinario camino realizado por Pablo, porque a parte de todo lo hecho, luego estuvo jugando el resto del tiempo en la zona recreativa. Las pequeñas Laura y Lucía también se portaron como unas campeonas al hacer el recorrido sin problemas.
El chaparro de la Vega

 A las 4,30, emprendimos el regreso por los coches, José Mª y yo. Ya para arriba el ritmo fue más rápido, porque ya no teníamos que ir al ritmo de nadie. En uno de los túnenes, a mi compañero de viaje le dio un tirón muscular en la pierna, que lo dejó tocado hasta el final. Quizás volvimos demasiado deprisa. Entregamos el carrito en Olvera, cogimos los coches y hasta el chaparro, donde nos esperaba la familia. Después de la merienda, cargamos las bicis y para casa. En el camino se quedó algo frenada la rueda del remolque del coche y también tuvimos de destensarla en la entrada de Villamartín.

Un día muy bueno en compañía de nuestras familias y con el convecimiento que tenemos que hacerlo de nuevo, pero saliendo de Puerto Serrano.

Kms. realizados: 48 km.
Tiempo pedaleando: 3 horas y 15 minutos.









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